Manada Seeonee
Tras dejar la vida en el estanque como Castores los niños y niñas entran en la Selva, en la Manada de Seonee donde crecerán, aprenderán y se divertirán durante tres años.
Esta etapa está ambientada en El Libro de las Tierras Vírgenes de Rudyard Kipling, promoviendo en esta etapa la magia y el misterio que implica esta historia. Su imaginación está en continua actividad y su medio de aprender es el juego y la experiencia. Comienzan a tener pequeñas responsabilidades y a ser conscientes de sí mismos, de los demás y del medio que les rodea.
El lema de los lobatos es Haremos lo mejor, que implica que se van a esforzar siempre por hacer las cosas de la mejor manera que sepan, no que tengan que ser siempre perfectos. Los Viejos Lobos son los que les guían en esta tarea de hacer las cosas lo mejor que sepan y les acompañan por las etapas ayudándoles en los retos que se vayan presentando y planteándoles retos nuevos
En esta etapa los niños y niñas aprenden a convivir en pequeños grupos de seis, llamados “seisenas”, en las que se reparten responsabilidades y aprenden a trabajar juntos, desplegando sus hábitos sociales y responsabilizándose de su tarea.
A través del juego, el niño aprende a quererse y respetarse, y a querer y respetar a los demás. Es a través del juego como va adquiriendo también sus propios valores personales que le acompañarán toda su vida.
A través de talleres se inician en destrezas y habilidades, y a través de excursiones y campamentos, a desenvolverse por sí mismos de manera cada vez más autónoma.
La Manada es una etapa en la que los lobatos aprenden a ser un grupo y a funcionar en equipo, divirtiéndose, jugando y aprendiendo cada día a hacer del mundo un lugar mejor.